Cristina Martín Puente. UCM
cmartin@ucm.es
I Seminario “Las
mujeres del XVII” UAH. 6 de mayo de 2017
1.
Algunas
antecesoras de Juana Inés de la Cruz
1.1.
Hildegarda de Bingen (1098-1179) fue la décima
hija de una familia de la nobleza local del Palatinado y con ocho años fue
confiada al monasterio de Disibodenberg, donde la abadesa Jutta enseñó a la
niña a leer y escribir. A los catorce años decidió convertirse en una monja más
del monasterio benedictino. Allí ocupó su existencia en escribir sobre el
cosmos, la medicina, la música o el amor místico de Dios. Cuando Hildegarda aún
no había cumplido los cuarenta años sucedió a Jutta como abadesa del cenobio.
1.2.
Eloísa (1101-1163) era la sobrina del canónigo
Fulberto, que contrató a Abelardo, en aquel tiempo muy reputado como maestro de
oratoria y filosofía en la escuela catedralicia de Nôtre Dame de París, para
dar clase a la joven (veinte años menor que él). Maestro y alumna se enamoraron
y, cuando ella quedó embarazada, huyeron a Bretaña, donde dejaron al niño,
Astrolabio, con una hermana de Abelardo. Eloísa volvió a París y tomó los
hábitos en el convento de clausura (llegó a ser primera abadesa) y Abelardo en
la abadía de Saint-Denis, pero volvió a ejercer como profesor y se dedicó a la
filosofía.
1.3.
Teresa de Cartagena (1425 - ¿?), esta religiosa
de origen converso y sorda, siguiendo los pasos de Cristina de Pizán, autora de
La ciudad de las damas, defendió la
capacidad intelectual de todas las mujeres en las dos las obras que se
conservan, Arboleda y Admiraçión operum Dei. Según ella, si
Dios dio al hombre la facultad de escribir, también pudo dárselo a la mujer.
1.4.
Teresa de Cepeda Dávila y Ahumada, Teresa de
Jesús, (1515-1582) pertenecía a una gran familia descendiente de judíos
conversos. En su infancia leyó vidas de santos y novelas de caballería. Poco
después de la muerte de su madre, cuando tenía 12 años, ingresó interna en el
colegio de las hermanas Agustinas, pero año y medio después enfermó y volvió a
su casa. Teresa decidió internar como monja en un convento de clausura y, como
su padre se oponía, abandonó su hogar en 1533. En 1534 profesó como religiosa.
Fundó una de las órdenes más importantes del mundo cristiano: las carmelitas
descalzas. Su obra literaria, de gran calidad, es muy vasta, sobre todo en el
género de la poesía lírico-religiosa.
2.
Vida y obra de Juana Inés de la Cruz
Juana de
Asbaje y Ramírez, Sor Juana Inés de la Cruz, nació en la hacienda de San Miguel
Nepantla (México), en 1648 y murió en 1695. Fue hija de la criolla Isabel
Ramírez de Santillana, que tuvo 6 hijos sin casarse, y el vizcaíno Pedro Manuel
de Asbaje. A los tres años leía y a los siete ya quería estudiar en la
Universidad. A los ocho escribió una loa para la fiesta de Corpus. En 1656, a
la muerte de su abuelo, con quien se criaba, pasó a vivir a casa de su tía
María Ramírez, esposa del acaudalado Juan de Mata, en la capital. Allí Juana
aprendió latín con “veinte lecciones” del bachiller Martín de Olivas (algunos
de sus villancicos contienen versos latinos). A partir de ahí, Juana leyó a
autores grecolatinos y españoles con asiduidad. En 1664 Juana ingresó a la
corte como dama de compañía de la virreina, Leonor María Carreto, marquesa de
Mancera, a la que dedicó algunos sonetos con el nombre de Laura. El virrey
reunió a cuarenta profesores de todas facultades para someterla a un examen con
el que dejó admirados a todos. Harta de la vida cortesana, entró en el convento
de San José de las Carmelitas Descalzas en 1667, porque, según ella misma dice,
“para la total negación que tenía al matrimonio era lo más decente que podía
elegir en materia de la seguridad de mi salvación”. A los tres meses ingresó en
la orden de las jerónimas, en el convento de Santa Paula, donde profesó en
1669. Allí fue archivera y se dedicó a estudiar astronomía, matemáticas,
lengua, filosofía, mitología, historia, teología, música, pintura, cocina, etc.
y a la literatura, llegando a ser una excelente representante del Siglo de Oro
de la literatura en español. Dentro de su celda llegó a albergar más de 4.000
volúmenes, instrumentos musicales, mapas y aparatos de medición.
Cultivó varios géneros en prosa y verso. Entre sus dramas están los empeños de una
casa, Amor es más laberinto;
entre sus autos sacramentales El divino
Narciso, El cetro de José, El mártir del sacramento; en el terreno
de la lírica escribió poesía amorosa, Primero
sueño; y en otros géneros: Neptuno alegórico, Carta atenagórica, Respuesta
a Sor Filotea de la Cruz, Protesta de la fe, etc. Por la importancia de su obra, que tiene
gran profundidad filosófica y recibe la influencia de Cicerón, Horacio,
Garcilaso, Calderón de la Barca, Góngora, Quevedo, etc., recibió los
sobrenombres de «el Fénix de América», «la Décima Musa» o «la Décima Musa
mexicana». Gracias a sus relaciones con los virreyes, su obra se publicó en
España y se leyó en muchas partes del Imperio, logrando el éxito en vida. Los
siglos XVIII y XIX la desdeñaron, pero en el siglo XX se revalorizó, en buena
medida gracias a Octavio Paz.
En los retratos pictóricos que hicieron a Juana es una
adelantada a su época, pues de hace retratar con hábito, con su biblioteca al
fondo (incluida su propia obra), con pluma en la mano y con tintero y libros
sobre su mesa. También aparece su imagen en frontispicios de su obra impresa.
De esta forma ofrece a sus contemporáneos y a la posteridad la imagen que
quería que permaneciera de ella y da visibilidad y prestigio a la práctica
literaria.
La siguiente es una composición de Juana Inés de la Cruz titulada
“Miró Celia una rosa que en el prado”, cuyo tema es el tópico del carpe diem, muy del gusto de Horacio:
Miró Celia una rosa que en el prado
ostentaba feliz la pompa vana
y con afeites de carmín y grana
bañaba alegre el rostro delicado;
y dijo: Goza, sin temor del hado,
el curso breve de tu edad lozana,
pues no podrá la muerte de mañana
quitarte lo que hubieres hoy gozado.
Y aunque llega la muerte presurosa
y tu fragante vida se te aleja,
no sientas el morir tan bella y moza;
mira que la experiencia te aconseja
que es fortuna morirte siendo hermosa
y no ver el ultraje de ser vieja.
Otro poema muy famoso es “Hombres necios que acusáis”:
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
|
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?
Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y queja enhorabuena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
|
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
¿Pues para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
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Comparto con vosotros un audiolibro de Primero sueño. Espero que ayude a aquellos que tengan dificultades para leer o por cualquier motivo no tengan acceso al libro.
ResponderEliminarhttps://audiolibrosencastellano.com/sor-juana-ines-cruz/primero-sueno
Un saludo :)