Funciones del personaje de la madre en el teatro barroco


Funciones del personaje de la madre en el teatro barroco

Mar Rebollo Calzada. Universidad de Alcalá




La convención del teatro del barroco elimina a la madre de su base estructural; esta ausencia o desplazamiento del foco dramático no se ajusta a una realidad social, sino que funciona como una convención a través de la cual el dramaturgo expresa o enfoca una relación conflictiva con otros personajes. Esta escasa referencia a la madre se encuentra también en los diversos géneros de la literatura áurea (poesía lírica, novelas de caballerías, sentimentales, picarescas). Las madres, cuando son mencionadas, se les atribuye un valor negativo, extrínseco a su función materna y sin subjetividad propia.

Es posible que los esfuerzos feministas estén contribuyendo a que en los estudios literarios actuales se empiece a reconocer y estudiar la presencia o ausencia del personaje materno en los textos del Siglo de Oro. En este sentido, aparte de algún trabajo que investiga en profundidad el tema, se ha publicado una recopilación de diez artículos por Luciano García Lorenzo titulada La madre en el teatro clásico español. Personaje y referencia.

Los estudios que se centran en la comedia nueva analizan por autores la presencia de la madre. Así, en Lope de Vega parece apreciarse el rol materno como un arquetipo que sirve de contrapunto burlesco o figura risible de la dama enamorada. Sobre todo, se da esta circunstancia en las comedias de ambientación urbana de carácter palatino del tipo La discreta enamorada, Los melindres de Melisa, Los ponces de Barcelona, ¿De cuándo acá nos vino?, La malcasada y Quién ama no haga fieros. En estas obras Lope agota las posibilidades de desarrollo de la figura materna, lo que lleva a dramaturgos como Calderón a centrar su atención en las opciones trágicas que presenta el personaje en piezas de carácter mitológico y legendario. Aquí la importancia del arquetipo radica en su presencia o ausencia de la acción dramática, en todo caso no son madres verosímiles. Lo podemos ver en comedias como La cisma de Inglaterra o El sitio de Breda.

No hemos mencionado hasta ahora que existen otros motivos para la escasez de presencia del personaje como los de puesta en escena (escasez de actrices en las compañías de cómicos) y los impuestos por los límites del decoro en los que la maternidad se entiende como una realidad idealizada y mitificadora de la que no se habla en público. Así, por ejemplo, Tirso de Molina en La prudencia en la mujer realiza un desdoblamiento en el personaje de la reina María de Molina en dualidad con la Virgen María en su condición de reina y madre.

Pero como ya se ha mencionado, por su escasa potencialidad para protagonizar conflictos, la mayoría de tipos maternos son de carácter cómico, sobre todo en las piezas de carácter breve como los entremeses. Estas madres suelen ser personajes ridículos, burlescos muy caricaturizados. Los dramaturgos Mira de Amescua: El animal profeta, La casa del tahúr y Rojas Zorrilla: Sta. Isabel, reina de Portugal, Los encantos de Medea, El jardín de Farelina, Los trabajos de Tobías, dan buena cuenta de ello.







Comentarios

Publicar un comentario