VERSOS A LA PAR



El sábado 16 de maro María José García Mesa y Antonio Castro establecerán un diálogo poético entre ellos, celebrando el 8 de marzo.

La poesía será el arma para seguir alzando la voz sobre la igualdad.

Sostiene Emily Dickinson que un poema es un hogar que debe ser perseguido.

Los hombres y mujeres que practicamos esta sutil forma de comunicación artística también buscamos ese hogar. Por eso disparamos nuestras palabras como una flecha al corazón de nuestros lectores.
Es un trabajo complicado buscar el verbo justo, el adjetivo, encontrar el ángulo perfecto en el que
apostarte para mirar la realidad con ojos nuevos.

Hay poemas suaves que son un bálsamo reparador, poemas grandiosos que encienden los corazones de cuantos los leen y también los hay terribles y oscuros frente a los que resulta difícil sostener la mirada.

Todos son útiles porque la poesía cura al que lee y al que escribe.

Así considerado, un poema es un arma perfecta, un poderoso instrumento que puede ser usado no solo como remedio de males y fuente de placer sino como uno de los más potentes
vehículos de crítica social .

Leamos poesía, dejemos que nos alcancen las flechas de la idea y la palabra, encontrémosles un hogar…

Os dejo con dos poemas de María Joséy de Antonio ; ni más, ni menos…

WHEN I LOOK INTO YOUR EYES

Cuando miro tus ojos
me parece oler el carbón
del brasero que calentaba
La casa de mi abuela en Sevilla.

Y es porque tus ojos son dos brasas ardientes
que prenden en la que te mira
el deseo de café caliente y mesa de camilla.

Tan pronto te despertaron del sueño,
que llevas mal abotonada la vida.

Te esfuerzas buscando el círculo perfecto
y solo has encontrado esquinas,
pero así aprendiste a escribir versos
rotundos, hermosos, tristísimos.

Por eso tus poemas huelen a escombro y a ladrillo roto,
a tierra de poblado gitano de extrarradio,
a pan caliente y achicoria…

MARÍA JOSÉ GARCÍA MESA


XXXI

Me ha estallado
La noche
En las manos
Como una granada de guerra
En mil pedazos
Se quebró el silencio
Ante el estallido
de mi queja
porque no te veía
porque creí que no estabas
tras el estallido,
la angustia
el verbo fugaz,
el llanto.
de rabia
y mi desvelo
por volverte a encontrar

ANTONIO CASTRO MARTINEZ


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